Aunque son radicalmente diferentes, los servicios On-premises y de nube híbrida no han de verse como necesariamente excluyentes. Al fin y al cabo, la tendencia de la sociedad actual no pasa por dividir, sino por sumar capacidades y talentos. Con los modelos híbridos pasa lo mismo. Sumando las ventajas de cada sistema, creando un puente que los una, se puede disfrutar de un mejor modelo de gestión.
El data center o el puente físico como paso previo al puente tecnológico
Para elaborar un puente entre ambas tecnologías, es preciso disponer de un adecuado data center. Así, se podrá solidificar la unión, a la vez que se cumplen las diferentes legislaciones, incluidas las de protección de datos y seguridad de la información.
Ubicar la infraestructura crítica en un data center permite, además, que la organización pueda trabajar con unos mejores niveles defensivos, tanto en un plano físico como tecnológico. Por otro lado, es posible unir los sistemas on-premises y nube híbrida, reduciendo costes. Una de las mejores formas de conseguirlo es mezclando una propuesta local de infraestructura como servicio (IaaS) con interconexiones LAN.
En este sentido, también ha de enfocarse la construcción del puente desde una perspectiva jurídica, para seguir el mismo marco legal de los clientes y disfrutar de los beneficios que ello conlleva. Además, la latencia de conexión con el data center siempre será mejor si se gestiona el trabajo en entornos cercanos. Se trata de una cualidad de especial valía en sectores altamente exigentes y volubles, como el financiero.
Cómo se elabora este puente tecnológico
Para poder diseñar ese puente tecnológico que permita combinar los recursos de tipo físico y de cloud, es imprescindible planificar a largo plazo. No hay que olvidar que, cuando se van a externalizar servicios, lo normal es buscar relaciones genéricas, pero en este caso es de esencial importancia fomentar un enfoque más específico. Solo así se tendrá la capacidad logística de ofrecer los servicios adecuados a las necesidades de cada momento. No se trata, por tanto, de esbozar un puente unidireccional, sino multidireccional.
Solo así se podrá afrontar con posibilidades de éxito el problema de trabajar con elevados volúmenes de datos. A la hora de transferir esta información a los entornos de análisis y de cloud privado, resulta imprescindible operar con una conectividad de alta velocidad. Disponer de una infraestructura próxima permite la transferencia de información con una conexión local de un elevado rendimiento, lo que posibilita evitar la dependencia despersonalizada de Internet y la inversión de grandes sumas de dinero.
En cualquier caso, para llevar a cabo con éxito este puente, siempre es conveniente contar con el respaldo de profesionales. Un buen ejemplo de ello puede encontrarse en DISID. Se trata de una empresa española especializada en el desarrollo de procesos de software, ingeniería de información y armonización de sistemas.