La transformación digital provocó que un buen número de empresas decidiera apostar por la nube como sistema de almacenamiento. No tardaron en darse cuenta de que las opciones disponibles les exigían una permanencia de años y que el proceso no era tan sencillo como se preveía. A continuación, se comenta cómo reaccionó la industria y cómo evolucionará la nube en el futuro.
¿Cuáles son las propuestas disponibles para las empresas?
Poco a poco, las compañías que no querían dar el salto a la nube recibieron propuestas de todo tipo. Microsoft Azure, AWS Outposts o Google Anthos ofrecían lo que se denominaba nube híbrida. La mezcla de nube pública y privada parecía la solución, pero terminó siendo una mera alternativa a la nube original.
La transformación digital no evoluciona al mismo nivel en todas las compañías. El objetivo era disponer de una nube híbrida que permita conectar el centro de datos y no solo descargarse los datos subidos.
¿Por qué los CIO son tan fundamentales?
Los CIO se dieron cuenta de que era necesario afrontar la modernización, pero con más garantías. No en vano, en 2020 el volumen de datos a nivel mundial creció un 56,6%. A ello se añade que los usuarios cada vez necesitan acceder a más datos. Ello debilita la arquitectura interna y los sistemas de contención de archivos.
Contar con una nube que facilite un espacio para reforzar estos aspectos es fundamental. Ahora bien, la compañía en cuestión puede tener un presupuesto que no le permita aprovechar esta alternativa.
Asimismo, la falta de expertos en TI supone que la ansiada transformación digital se ralentice.
¿Cuál es el ritmo del proceso de digitalización empresarial?
Uno demasiado lento. La demanda de expertos en TI provoca cierta desazón en los empresarios. Lo relevante es que los CIO tengan la opción de controlar el coste y el desarrollo de las experiencias a llevar a cabo.
El uso de nubes privadas es imparable lo que permite convertir el centro físico de almacenamiento de datos en parte del pasado. Además, es más fácil mejorar el ROI y aumentar la eficiencia.
La meta final es convertir lo que se almacena en el hardware en una arquitectura delimitada por el software. En la actualidad, se prefieren los contenedores de datos de uso interno. Quizá en breve se dé el paso a subir toda esta información a la nube.
¿Debería llamarse nube híbrida o privada?
La terminología puede llevar a equívocos. En realidad, es posible usar ambos adjetivos para definir el tipo de nube que se viene describiendo. Es híbrida porque comparte buena parte de los datos en Internet, pero a su vez es privada al permitir que se emplee la información a nivel interno exclusivamente.
La nube híbrida ha conseguido imponerse en un 54 % de las empresas españolas en 2021. En todos los casos, se combina el uso de la híbrida con la privada. Viendo estos resultados, parece lógico deducir que cualquier CIO apostaría por una nube híbrida y no por adaptarse a los moldes que impone un proveedor de XaaS.
Son estas últimas empresas las que han comenzado a remodelar su oferta y a crear nubes a medida, prácticamente, para cada negocio. Así, es el CIO quien expone qué necesita y cómo quiere que sea el proceso de modernización de su empresa.
¿Por qué es importante invertir en ciberseguridad a la hora de usar una nube híbrida?
Los datos son alarmantes. El 72 % de las empresas españolas que usan este tipo de nube confirma que no es relevante aumentar la ciberseguridad. Sin embargo, sí se reconoce que la seguridad de los datos es muy importante.
La seguridad ha de utilizarse en cualquier tipo de nube que se elija, pero desde el principio. De la opción en uso y de su funcionamiento dependerá el futuro económico, y la competitividad, del negocio correspondiente.
¿Cuáles son los beneficios de una nube híbrida?
Se deben tener en cuenta a la hora de elegir esta opción. Entre otras ventajas, destacan las siguientes:
- Un aumento de la seguridad. La nube ha de estar bien diseñada. La infraestructura de TI ha de ser local y apoyarse en la nube pública. Al existir diversos entornos es posible determinar la criticidad de los datos y elegir la opción más adecuada.
- La optimización de los recursos. Todo dependerá de las necesidades de cada compañía y del momento de su transformación digital. La escalabilidad y el aumento de recursos en momentos concretos juegan a favor de la optimización de los costes.
- Una reducción del coste y de los riesgos. La nube híbrida permite crecer con una mínima inversión e ir aumentando el coste a medida que las necesidades sean mayores.
La nube híbrida contribuye a establecer una estrategia de riesgo bajo y a convertir la digitalización en una realidad más eficaz.